Foto: Dani Pérez
Cuando cada tarde de Lunes Santo, la gente acude a verte, como sales con ese izquierdo por delante, a ver cómo sin que poses los zancos en la calle, ya suena esa primera saeta, para TI Señor de la Sentencia, que de blanco, morado o damasco, vestido hasta el cuello o descubierto el pecho, sigues llenando a la gente con esa infinita mirada que solo resiste aguantártela el más valiente de los toreros. Señor, que sabes ir acompañado por unos sones de aquí, de tu barrio, que para eso ensayan cada noche cerca, tan cerca que desde tu Casa, puedes escuchar los sones de cornetas y tambores, que cada tarde de Lunes Santo nos regalan tantos buenos sones que apreciar y guardar en la memoria de cada uno de los presentes.
Señor de la Sentencia que tomas la Calle las Cruces como si te hubieras criado en ella y los vecinos te quisieran recibir como se reciben a los buenos toreros cuando llegan a su casa. Que de izquierdos, costeros y malagueños deleitas a todo almeriense cofrade allí presente.
Rodeado de gente buena, la mejor, que saben cómo abrir las puertas de su casa e impregnarte de ese orgullo Sentenciado-Macareno que llevan por bandera.
Por eso Señor, si para rezar contigo, tiene que ser con el izquierdo por delante y con los costeros bien medidos, que así sea.
Un saludo.
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