Toca tomarse un café, hacer esperar un poco a David en la Parada y dirigirse a la puerta de la capilla del Hospital, para ver salir la Hermandad del Rosario del Mar.
Toca apostarse allí, en lo alto de un escalón que accede a una casa vecina y mirar a los alrededores y ver como poco a poco se va llenando la calle.
Charlotear con los nervios en el estomago, con José Manuel, Laura, David...Alejandro, Ángel, Maria José ......Mayte.....bueno todos los que nos juntamos aquella maravillosa tarde. Toca, chistarle al gentío, para que se enteren que se puede aguardar en silencio la salida de un paso y que se puede aplaudir cuando termina la Marcha Real, que no te van a cobrar menos por aplaudir antes.
Disfrutar con la salida de las túnicas de color negro con capa marfil y ver que han crecido un poco en cuanto a nazarenos quizás. No poder contener unos pelos que se ponen bien de punta, cuando empieza asomar el frente del paso antiguo de la Buena Muerte, que hace de altar en estos días para el Señor de las Penas.
Todo está por empezar, una banda que rompe a tocar y de que manera oiga, una cuadrilla que comienza a andar de una manera admirable, por las dimensiones del paso y por las maneras que le quieren dar al Señor.
Verlo cara a cara, conversar con Él y dejarlo pasar con su andar largo y casi sin darnos cuenta lo estamos perdiendo por la C/ Pedro Jover, por donde hay una farmacia que hace esquina.
Viene y no disgustan las tunicas, personalmente me gusta más el capirote, pero le da un cierto empeque a la procesión, el crucificado lleva un lazo rojo en la mano izquierda nada más (en la izquierda si miras de frente, la derecha del Señor). Va sonando la Agrupación de Ntra. Sra. del Mar y no viene haciendo cambios, me gusta el exorno floral y han hecho ciertos retoques al paso antiguo del Calvario.
Un cortejo amplio que ya quisieran otras y que todos los años veo terminar su salida procesional por las calles de un barrio volcado. Este año estrenando un pasillo realizado a modo de recoger más la Hermandad y una cuesta antes de entrar sublime.
Toca apostarse allí, en lo alto de un escalón que accede a una casa vecina y mirar a los alrededores y ver como poco a poco se va llenando la calle.
Charlotear con los nervios en el estomago, con José Manuel, Laura, David...Alejandro, Ángel, Maria José ......Mayte.....bueno todos los que nos juntamos aquella maravillosa tarde. Toca, chistarle al gentío, para que se enteren que se puede aguardar en silencio la salida de un paso y que se puede aplaudir cuando termina la Marcha Real, que no te van a cobrar menos por aplaudir antes.
Disfrutar con la salida de las túnicas de color negro con capa marfil y ver que han crecido un poco en cuanto a nazarenos quizás. No poder contener unos pelos que se ponen bien de punta, cuando empieza asomar el frente del paso antiguo de la Buena Muerte, que hace de altar en estos días para el Señor de las Penas.
Todo está por empezar, una banda que rompe a tocar y de que manera oiga, una cuadrilla que comienza a andar de una manera admirable, por las dimensiones del paso y por las maneras que le quieren dar al Señor.
Verlo cara a cara, conversar con Él y dejarlo pasar con su andar largo y casi sin darnos cuenta lo estamos perdiendo por la C/ Pedro Jover, por donde hay una farmacia que hace esquina.
Vuelta a la tertulia interrumpida anteriormente por el momento, pero no iba a durar mucho, pues en muy poco iba a ponerse la delantera del paso de Mª Stma. en la puerta, con las rodillas clavadas en el frió mármol iba a ir saliendo, muy poco a poco y casi sin apreciar la salida, que parece de lo baja que va, que es la propia Virgen la que sale por su pies. Elegantemente y sin tontería alguna, comienza a irse de nuestro lado la Virgen que a todos envelesa y que tiene la capacidad de cautivar hasta al más rancio de los tíos.
Rosario del Mar, no se puede ser más guapa ni más bonita, elegante y seria como tu sola, nos dejas por donde nos dejo tu hijo hace un rato y nosotros a unir el grupo para dirigirnos hacia San Juan.
Nos vamos rapido y sin dejar de escuchar en ningun momento cualquiera de las dos bandas, significa que no estamos muy lejos, quizas una calle por encima de donde discurre la Hermandad, llegamos justo a tiempo a la puerta de San Juan y observamos como vuelve a pasar fugazmente la Cofradía, de lejos divisamos nazarenos verdugo, es el Calvario.

Pasa por delante nuestra, con mucha gente tras el paso y hemos visto la segunda de la tarde, ya hay a está hora dos Hermandades más en la calle, la Unidad y el Camino.
Unidad, Hermandad e Imagen, que derrocha eso precisamente, la unidad de todos los que vamos hacia su barrio a verla a Ella, a verla con su gracia y su arte por las calles de un barrio que hay veces que parece disfrazarse con lluvias de petalos.
Una Virgen de la Unidad siempre bien arreglada con un altar que poquito a poco va empezando a terminarse, una forma de andar que solo utilizan ellos y una fuerza digna de mención.
Un cortejo amplio que ya quisieran otras y que todos los años veo terminar su salida procesional por las calles de un barrio volcado. Este año estrenando un pasillo realizado a modo de recoger más la Hermandad y una cuesta antes de entrar sublime.
Se termina el primero de los días con pasos y Cofradías en la calle, toca descansar, mañana empieza........el principio del fin.
Un saludo.
Pd: Fotos de Dani Pérez, 2010.
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