......Pese a todo son cientos las cofradías y hermandades que lo ostentan en su símbolo corporativo. Hagámonos eco del dicho popular de que "las costumbres se hacen leyes". Fruto de ello son numerosos emblemas cofrades, entre los que cabe citar el Rescate, de Linares; Ntra. Sra. de las Angustias Coronada, en Córdoba; la Borriquita, la Cena y el Amor, en Sevilla, y el Nazareno de las Penas o la Expiración, en Granada.
Las objeciones que se formularon al primer escudo privativo de la Hermandad subsiten ahora puesto que también subsisten los motivos que las generaron.
Así perdura el escudo corporativo durante un considerable período de tiempo hasta llegar al diseño actual, más depurado y más correcto en su ejecución. Se observa en él, además de un dibujo perfecto de la corona real cerrada, llevado ya a cabo en los años noventa del pasado siglo, la incorporación de un nuevo elemento: un ancla pintada de forma absolutamente adaptada al modo convencional de la heráldica. Personalmente considero un acierto la inclusión de esta figura propia de la advocación mariana de la Esperanza, cotitular de la Cofradía, ya que en la simbología cofrade y religiosa en general, se atribuye el ancla a las advocaciones que de una forma u otra incluyen la denominación de Esperanza, así la Esperanza de Triana en Sevilla o el Cristo de la Esperanza en Murcia.
El ancla es de oro y se pinta de forma que su barra central se inserte entre los óvalos que contienen los escudos de la Hermandad y de España. Sus brazos, que son los rejones o arpones del ancla, parecen acoger la parte inferior de estos escudos.
Queda, en fin, un emblema que puede muy bien denominarse escudo en atención a su casi total adaptación a las normas heráldicas y que, a juicio de quien escribe, ganaría en sencillez y bellaza plástica con determinadas adaptaciones:
1ºPlanteamiento nuevo del formato del escudo cofrade aun conservando sus mismos elementos dispuestos de otra forma e incluyendo entre ellos un cuartel alusivo a la condición mariana de la Hermandad.
2º Supresión del escudo nacional por innecesario al no constituir un elemento privativo y diferenciador.
3º Utilización correcta de los esmaltes heráldicos deterrando el blanco y el amarillo para sustituirlos por plata y oro, respectivamente.
Pérmitase, por último, una indicación más: el cuidado de la forma y el color en las reproducciones del escudo en impresos, bordados, enseres, túnicas, y demás objetos corporativos, de forma que exista una absoluta identidad entre todas. Todos los objetos que rompan dicha identidad podrían constituir los fondos fundacionales de un museo de la Hermandad sumamente curioso y plenamente entrañable.
MIGUEL NAVARRO GÁMEZ.
INSTITUTO DE ESTUDIOS ALMERIENSES Y EXPERTO EN HERÁLDICA.
Estos textos que he ido publicando, estan publicados en el libro que edito la Hermandad de Estudiantes la pasada cuaresma.
Proximo articulo, EL AYER HISTÓRICO, POR ANTONIO ANDRÉS DÍAZ CANTÓN.
Un saludo.
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